Siempre he pensado que es un amor bastante irónico y absurdo, aquel que se ostenta como bandera por haber nacido aquí o acullá. Siendo que eso fue una suerte en la que no tuvimos injerencia alguna. Un hecho en el que definitivamente no tuvimos elección y en el que unos fuimos mas favorecidos que otros.
Sin embargo comprendo que queda mucho de uno en el lugar donde creció, y queda de igual manera mucho de aquello que nos ha rodeado, en el corazón y en la memoria. Olores, colores, sabores, anécdotas, historias, leyendas. Todo para formar en nosotros a aquel hijo prodigo al que se le hincha el corazón cuando escucha el nombre de la patria; estando lejos de esta tierra que es negra como el cabello de nuestras mujeres, o estando vertido entero sobre ella.
Vaya mi pobre esfuerzo por difundir un poco de lo que es mi México, a todos aquellos que sienten curiosidad, anhelo, melancolía y hasta morbo por este hermoso país.
En mucho, poco, o en casi nada, agradeceré y corresponderé a comentarios, peticiones y mentadas de madre como ya es costumbre de esta humilde servidora suya.
Gracias de antemano por pasar por aquí y desde ya un beso grande, mexicano...por supuesto.
Lilymeth Mena.
3 comentarios:
Felicidades por este nuevo blog vecina, atte Eduardo Ramirez
Te seguiré
Nada mejor que México a través de tus ojos.
Abrazos y felicitaciones, Lilymeth.
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