martes, 2 de agosto de 2011

Muñeca de trapo



Suave Patria: Tu casa todavía
es tan grande, que el tren va por la vía
como aguinaldo de juguetería.

Ramón López Velarde.






Hablar de los juguetes es hablar de muchos siglos de historia, de miles de millones de vidas tocadas por el color de un carrito de bomberos o del suave tacto del cabello de ángel en la cabeza de las muñecas. En mi vida he tenido oportunidad de ver juguetes de tantos materiales que son dignos de recordar para generaciones futuras.
Mi madre me cuenta de cuando las muñecas con las que jugaba eran de papel. de barro o de madera, yo misma me hice varias muñecas de trapo en mi infancia y disfruté mucho pintándoles la cara y haciéndoles sus vestidos.
Mi padre me contaba que en su caso los niños en lugar de canicas usaban en los años treinta, huesitos de frutas secos, como semillas de durazno o chabacano que pintaban de colores.
Uno de los juguetes tradicionales mas significativos en México es la muñeca que es María. Una indita morena con boquita de corazón, ojitos redonditos, un par de trenzas con listones y un vestido lleno de colores.
Cada una es una pieza única por estar hechas totalmente a mano como toda artesanía.
El cuerpecito es de manta y aunque usted no lo crea estas muñecas no necesitaron mucha tecnología para estar articuladas, en cada una de sus coyunturas tienen un botón que permite mover sus piernas y brazos. 
Algo que a la Barbie le costó muchos años igualar, pues en sus inicios era una muñeca rígida de madera.
Aunque no he encontrado el dato exacto del inicio de la fabricaciòn de estas muñecas por que se hacían con mas abundancia en provincia, los datos mas verídicos datan de mediados del siglo XIX.  Y aunque la tecnología nos ha alcanzado inevitablemente, mi hija siempre tuvo una muñeca de estas.
Yo tengo una que sentada mide aproximadamente unos 28 centímetros y pesa al rededor de medio kilo.
Una chulada orgullosamente mexicana.

No hay comentarios: